SLIDER

miércoles, 2 de mayo de 2012

Refrigeración Amigable con el Planeta


Guardianes del aire


Bogotá, 30 de abril de 2012.- Los seres vivos del planeta enfrentan una de sus más grandes amenazas: el cambio climático, con sus aterradoras consecuencias.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el calentamiento global es el responsable del aumento de los índices de mortalidad de especies acuáticas, por las temperaturas elevadas.

Según dicho informe, el fenómeno climático es el causante de que unas 300 millones de personas sufran de asma y que más de 2 millones mueran por la falta de agua.

Según el Ideam (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales), nuestro país aporta 0.3 porciento del calentamiento global; cuota puede reducirse significativamente, por ejemplo, mediante la implementación de Buenas Prácticas en Refrigeración y el uso de compuestos químicos amigables con el planeta.


A luchar por…

El SENA en Bogotá, en el marco de una alianza con la Unidad Técnica Ozono (UTO), adscrita al del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, adelanta un programa para la evaluación, formación y certificación de trabajadores por competencias laborales, de las áreas de refrigeración y aire acondicionado, para el manejo adecuado de las sustancias, acordes con estándares internacionales de calidad, que contribuyan a la preservación de la capa de ozono (‘escudo’ que protege la tierra de las radiaciones y de los consecuencias nocivas del denominado efecto invernadero),

En esta iniciativa, la Entidad ha certificado más de 6.000 trabajadores en normas de competencia, relacionadas con el manejo ambiental de  sustancias utilizadas en los sistemas de refrigeración y aire acondicionado. 

“Estamos propendiendo, en nuestros programas de formación, por el uso de refrigerantes naturales que no contaminan, sino que, por el contrario, ayudan a preservar el planeta. Son sustancias, cuyo impacto en la capa de ozono es de cero, o con un mínimo efecto”, manifestó el instructor del SENA, Víctor Carrillo,

Dentro de la capacitación, los aprendices asumen responsablemente el desarrollo de otros procesos que generen el menor impacto ambiental posible; así como el conocimiento de la normatividad vigente en materia medio ambiental y su participación en el desarrollo del Plan de Gestión Ambiental de los Centros de Formación Profesional, que adelanta el SENA a nivel nacional.

 “Fomentamos la importancia de la adecuada clasificación de los desechos, la conservación del medio ambiente, el equilibrio de la naturaleza, y no poner en peligro la supervivencia de especies vegetales y animales”, expresó Luis Latorre, aprendiz del Centro de Electricidad, Electrónica y Telecomunicaciones en Bogotá.
Agregó el aprendiz que es la mejor contribución que él y sus compañeros le pueden hacer al planeta, “sumado al manejo adecuado de los refrigerantes  para no botarlos al aire, pues ya sabemos que le va a quedar a nuestros hijos.”

Por su parte, Marcela Rodríguez, líder ambiental del centro de formación, advirtió que estos gases “destruyen la principal defensa del planeta contra las radiaciones solares, además que el tiempo de permanencia en la capa de ozono de las sustancias contaminantes es superior a 10 años, lo que se traduce  en un impacto negativo y de largo plazo para la naturaleza”.


Normas internacionales de protección

El Protocolo de Kioto (Japón), que entró en vigor en febrero de 2005, busca que, como en el caso de Colombia, se formulen programas nacionales y regionales que mejoren la información científica y técnica sobre las emisiones, que mitiguen el cambio climático y la adaptación a sus efectos, y la cooperación en el desarrollo, aplicación y difusión de tecnologías ambientalmente racionales con el cambio climático.

La implementación en el país del protocolo de Montreal apunta a la eliminación gradual del consumo de sustancias agotadoras de la capa de ozono, relacionadas básicamente con el sector de mantenimiento de refrigeración y aire acondicionado.

Las prácticas para el manejo adecuado de los gases refrigerantes, recomendadas por la UTO (encargada de velar por el cumplimiento del protocolo de Montreal en Colombia)  incluyen el almacenamiento y reciclaje de los gases refrigerantes, para su posterior reutilización, así como la contratación laboral de técnicos certificados, que cuenten con equipos apropiados para el manejo de los gases.

Con la formación de recurso humano calificado en el manejo de tecnologías limpias en refrigeración, ventilación y climatización (doméstico e industrial), impartida en ambientes de aprendizaje provistos de equipos de última generación, como es el caso del Centro de Electricidad, Electrónica y Telecomunicaciones, en Bogotá, el SENA contribuye  a la preservación del medio ambiente, como política para la supervivencia del planeta y, especialmente, de las futuras generaciones.